- Por favor me vende una bolsa de esas plásticas... de las que se les pone agua caliente para calentar un poco la cama...
- Lo siento amigo, pero con estas heladas tan espantosas todo el pueblo ha venido a comprar las bolsas térmicas, y se han agotado por completo. - Contesta el dueño de la tienda.
- No puede ser... entonces que me aconseja, véndame algo que me sirva para el mismo fin... - Suplica el campesino.
- No puede ser... entonces que me aconseja, véndame algo que me sirva para el mismo fin... - Suplica el campesino.
- Ya no tengo nada que le pueda servir... Lo único que se me ocurre es prestarle mi gato...
- ¿Un gato? -Pregunta extrañado el hombre.
- Si, mi gato es gordito, lo ubicas dentro de la cama, y el te calentará durante toda la noche. Ya mañana me llegan las bolsas, vienes, me devuelves el gato, y te compras una bolsita para que le coloques agua hirviendo...
- Si, mi gato es gordito, lo ubicas dentro de la cama, y el te calentará durante toda la noche. Ya mañana me llegan las bolsas, vienes, me devuelves el gato, y te compras una bolsita para que le coloques agua hirviendo...
- Si esa es la solución, se la acepto: muchas gracias. - Dice el campesino y sale con el gato debajo del brazo.
Al día siguiente muy temprano llega el campesino a la tienda, con la cara como un mapa; rasguñada, mordida y con moretones por todas partes, y muy enojado dice:
- Aquí está su estúpido gato... estuve apunto de matarlo... mire como me volvió la cara.
- Pero, ¿qué pasó? - Dice el dueño de la tienda. - Si mi gatito es el animal más dócil y manso que existe.
- ¿Manso?... ¿ Dócil?... Ese gato es una fiera... hasta cuando le metí el embudo en el trasero, estuvo relativamente tranquilo... pero cuando empece a echarle el agua hirviendo, se volvió loco el desgraciado...!!!!
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