Chistes de animales, pero chistes buenos
La carestía de sangre tenía a la colonia de vampiros en una dieta forzada desde ya hacía mucho tiempo. En una mediad desesperada, el Vampilíder anuncia:
- ¡Hermanos Vampiros! En caso de que no lo hayan notado, nos estamos muriendo de hambre. (Murmullos) He decidido que debemos emprender expediciones para recorrer el mundo y buscar comida (o sea sangre) para la colonia. Cada vampiro partirá hacia algún lugar, en busca del rojo y sagrado líquido que nos da la vida. Nos reuniremos mañana, a las doce medianoche, aquí. He dicho. Suerte y que la sangre os acompañe.
Y en efecto: todos los vampiros se aprestan para el largo viaje. Ancianos, adultos, jóvenes, machos y hembras. El éxodo promete ser gigantesco. Parten todos, y a la medianoche siguiente, se encuentran todos reunidos. Pero... ninguno ha encontrado sangre. En medio de la histeria colectiva que causan las malas noticias, aparece un pequeño vampirito, que regresa con todo el hocico lleno de sangre. Todos los demás se agolpan junto a él.
- ¿Dónde? ¿Dónde has encontrado sangre?
- Síganme -dice el pequeño héroe.
Y salen volando todos tras él. Tras avanzar un largo trecho, el vampirito se detiene y se dirige a la colonia:
- ¿Ven esa ladera...?
- Sííí -responden los demás.
- ¿Ven el bosque que hay detrás de la ladera?
- Síííííí -corean emocionados los demás.
- ¿Ven la montaña detrás del bosque?
- Síííííííííííí -gritan los vampiros levantando sus alas.
- ¿Ven la piedra en la cima de la montaña?
- ¡SÍÍÍÍÍÍÍÍ!
- Pues yo no la vi.
En el jardín del Edén, todos los animales estaban inconformes con alguna parte de su cuerpo. Se quejaban tanto que un día el Señor decidió concederles un deseo. Así, un día los animales se formaron para pedir su deseo. Toca el primer turno a la jirafa:
- Tú jirafa, ¿que deseas?
- A mí, Señor, me molesta este cuellote. Me dificulta comer.
- Entonces tendrás un cuello más corto.
El elefante se acercó después.
- A mí, Señor, redúceme esta trompota que me estorba al comer.
Y Dios le concedió el deseo. Entonces, tímidamente se le acercó el burro. Dios sorprendido de verlo en línea le pregunta:
- ¿Y tú, burro, de qué te quejas?
A lo que el burro contestó:
- Yo no me quejo Señor... la que se queja es la burra.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
MEJORES CHISTES DE LA SEMANA
-
Por qué los hombres son hombres y las ratas son ratas? Porque las ratas eligieron primero.
-
En una fiesta una mujer baila con un hombre joven, de pronto el hombre empieza a apretarla, y a cada instante se le arrima más y más ha...
-
Nuestro amigo Cornelio visita al urólogo y le consulta: —Doctor, mi problema es que ya tenemos 10 hijos y mi esposa no quiere planif...
-
El chiste es de un hombre que llega muy enfermo al hospital, y después de un largo tiempo en la sala de espera, un médico lo examina y l...
-
Un ladronzuelo roba el bolso de una mujer y sale corriendo a esconderse en una solitaria calle. Cuando considera que ya se encuentra a ...
-
¿Cuándo habrá igualdad real entre el hombre y la mujer? El día en que las mujeres sean gordas, calvas y viejas y aún así se sientan atractiv...
-
CHISTES MUY BUENOS.- El Gerente de la empresa está con un paquete de hojas frente a la trituradora de papeles. Se le ve desconcertado, mira...
-
CHISTES DE CASADOS Todo para reir En un carro iba una pareja de casados pero iban peleados, al pasar frente a una granja el novio vio unos c...
-
¿En qué se parecen los hombres a la gasolina? De los pies hasta la cintura, SUPER. De cintura hasta el cuello, NORMAL. Y del cuello hasta la...
-
Tres amigas estaban hablando de sus intimidades. - A Pepe, cuando hacemos el amor, se les calientan los testiculos. - Parece que le pasa a ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario