Una dama latinoamericana se encuentra en un aeropuerto de Tokyo después de disfrutar de unas estupendas vacaciones, cuando de pronto ve una báscula y decide pesarse.
Se sube a la báscula deposita una moneda y de inmediato la máquina le habla y le dice:
—Su peso es de 68 kilos y 220 gramos, y su futuro inmediato es el siguiente: al bajarse de la báscula se le va escapar un gas intestinal bastante hediondo.
La dama se sorprende, mira con odio a la maquina y exclama:
—¡Máquina imbécil! ¿que clase de broma estúpida es esta?
Al bajarse de la báscula, efectivamente, la mujer suelta una oloroso gas...
—Esto es una coincidencia —murmura la mujer—, me subiré de nuevo a ver que dice.
Se sube deposita una nueva moneda y la maquina dice:
—Ahora su peso es de 68 kilos y 215 gramos, ha perdido 5 gramos por el gas... y su futuro inmediato es que al entrar al baño se encontrará a un antiguo novio y tendrá relaciones íntimas con el él, a pesar de ser usted una mujer casada.
—Ahora si estás loca —le dice la dama a la máquina— ... ¿como me voy encontrar a un ex-novio aquí en el Japón y en el baño de damas? JA,JA, JA...
La mujer va al baño, encuentra a un empleado haciendo aseo, y mirarlo bien se da cuenta de que es un ex-novio. La sorpresa y la curiosidad permiten que terminen los dos haciendo varias veces lo que pronosticó la maquina.
Al terminar, la mujer se arregla un poco el cabello, sale corriendo hacia la máquina, y maravillada se sube, deposita la moneda y la maquina le dice:
—Su peso ahora es de 67 kilos y 700 gramos, perdió más peso por la relación que acaba de tener... y su futuro inmediato es el siguiente: POR CURIOSA, SUCIA, SINVERGÜENZA Y PUT..., ACABA DE PERDER EL VUELO DE REGRESO...!!!
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