—¿Aló?
—Hola, como está la princesa de la casa... ¿Le pasas el teléfono a tu mamá?
—No pueo...
—Haber, ¿porqué no puedes?
—Polque mamá eta aliba acostáa con tío Juan...
—Pero, preciosa tu no tienes un tío Juan...
—Si teno uno, y eta costao con mamá...
—... Entonces sube y le dices que el carro de papá esta entrando al garaje, luego vuelves y me cuentas que pasó. ¿De acuerdo?
—Meno...
La niña sube, le da la razón a la mamá, y minutos más tarde vuelve al teléfono:
—¡Ya le dijí!
—¿Ya? y que pasó...
—Mamá salió coliendo epelota y espués queó esmayáa en el suelo...
—¡Huy!... Y ¿que paso con el tío Juan?
—Tambén etaba epeloto, y salto esde la vetana a la pichina, y como pichina no tenía agua se pego muy dulo en cabeza y le shalió mucha sange... allá etá en fondo de pichina como muelto...
—¿Piscina? pero si yo no tengo piscina... dime linda: ¿esa es la casa de los Rodriguez?
—No... eta e la casa de los Pelez... jejeje... ta quivocao...
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